La idea de negocio es lo más importante, ya que corresponde al punto de partida sobre el que se construirá la empresa. No es una tarea sencilla, es fundamental fijar qué queremos hacer para tener la certeza de que vamos a formar lo que realmente queremos y nos interesa.
Factores Clave
- Originalidad: tiene que ser una idea innovadora y que se diferencie de la competencia, aquellas empresas que puedan ofrecer nuestro producto o servicio. Copiar a la competencia implica, en la mayoría de los casos; fracaso. Es esencial destacar dentro del mercado y atraer inversores que estén entusiasmados con el proyecto. El contenido es el elemento fundamental en todos los negocios. Se trata de encontrar una idea interesante, atractiva y relevante que llame la atención del público y quiera seguir escuchándote, querer saber más del trabajo.
- Público objetivo: fijar adecuadamente el público o el sector de personas a las que se dirige nuestra actividad muchas veces determina el éxito o fracaso de un negocio. Es de vital importancia comprender a los clientes potenciales y profundizar en sus necesidades y preferencias, ajustando finalmente la idea si hace falta. Para determinar tu propuesta de calor, tienes que preguntarte si la idea de negocio es realmente útil y por qué las personas comprarían tu producto o contratarían tus servicios.
- Rentabilidad: al final el objetivo es vender. Todo negocio necesita generar ganancias, por lo que una buena idea tiene que ser rentable. Es importante realizar una evaluación del tipo de inversión que tienes que realizar para poner en marcha la idea y estimar cuándo se podría comenzar a ver el retorno de la inversión. Las necesidades de mercado cambian continuamente. Lo ideal es que la idea de negocio comience a ser rentable a corto o medio plazo.
- Contextualización:hay que analizar si el mercado está listo para asumir los productos o servicios en ese momento. La idea de negocio debe enmarcarse en un mercado en crecimiento. Cambiar los hábitos de consumo de las personas no es imposible, pero cuesta dinero y tiempo.
- Crecimiento: una buena idea de negocio tiene que ofrecer la misma solución a una gran cantidad de consumidores sin que el producto o servicio pierda sus características. Una buena idea de negocio debe permitir que la empresa crezca a un ritmo sostenido.
La investigación del mercado es de vital importancia y te da toda la información necesaria para poder tomar las mejores decisiones de negocio.
La importancia de tener un buen plan de negocio
Tener un plan estratégico óptimo hará que demos con los puntos clave y los aspectos más importantes, así el negocio funcionará con perspectiva. Conocer bien la idea, a quién va dirigida, cómo la vamos a poner en práctica, quién la va a llevar a cabo, cuánto nos va a costar y qué podemos obtener de ella.
Cuando tenemos la estructura jurídica y organizativa del negocio bien definida, podemos determinar qué productos ofrecemos y la estructura financiera que tiene la empresa. Es importante también que tengamos en cuenta las posibles alternativas para cada uno de estos aspectos y tomar las decisiones oportunas al respecto. Así como realizar un análisis DAFO de nuestro proyecto acerca del mercado en el que se desarrolla y la competencia que tenemos. De esta forma, podemos anticiparnos a los problemas que puedan surgir y definir la manera de afrontarlos.
El estudio de negocio nos sirve como punto de referencia si los resultados que obtenemos no son los esperados, así se puede desarrollar la planificación y definir las alternativas correctamente. La clave está en la organización y la planificación. Redactar un plan de viabilidad bien pensado y organizado sirve para aumentar las probabilidades de éxito como emprendedor, además de potenciar el valor de la empresa. No está enfocado solo en un aspecto empresarial, sino que profundiza en muchos campos y ayuda a comprender cómo encaja la empresa en el contexto del sector.
Muchas veces en el mundo de los negocios, las personas pueden tener ideas extraordinarias para proyectos que van desde la creación, reinvención, mejoramiento o expansión de algún producto o servicio; sin embargo, existe numerosas razones que dificultan la puesta en marcha. Convertirse en un emprendedor o mejor, en un empresario, es un proceso largo. Saber preparar un buen plan de negocios es solo una parte, pero vital. No se trata de redactar un documento con todas las ideas que vienen a la mente, si no una actividad que requiere mucho más, tiene que acompañarlo un desarrollo óptimo.