El estudio de precios de venta para productos y/o servicios que ofrecerá una empresa es fundamental para conseguir el éxito.
Aunque la función de establecer precios de venta es mucho más compleja de lo que parece, en este artículo de Plan Negocios te ofrecemos cuáles son los principales aspectos a tener en cuenta para realizar un estudio de precios de venta adecuado para tu empresa, consiguiendo así adaptar el valor de tus productos y/o servicios a las necesidades de los clientes.
¿Cuáles son los componentes del precio de un producto o servicio?
Saber la cantidad de dinero que se debe cobrar a los clientes por los productos/servicios que ofreces es el resultado de un largo análisis de los factores más relevantes que involucran a dicho producto o servicio. Entre ellos podemos encontrar:
Costes. Aquí se incluye el análisis de elementos como los costes de adquisición, fabricación o distribución en el caso de comercializar con productos, y las estrategias de marketing en el caso de ofrecer servicios.
Competencia. En este caso, tenemos el estudio de los precios de la competencia porque, independientemente de la libertad que exista para la fijación de precios, debe existir cierto equilibrio en relación al precio entre las empresas que ofrezcan productos y/o servicios iguales o parecidos.
Consumidores. El poder adquisitivo de los clientes es un elemento fundamental en este análisis, ya que por muy bueno que sean los productos y/o servicios que ofrezca una empresa, los clientes no siempre están dispuestos a pagar la cantidad que se les exige.
Valor añadido del producto/servicio. Toda mercancía que satisface las necesidades de un cliente gana un valor extra. Y es justo cuando se le agrega ese valor, que la empresa consigue atraer y fidelizar a los clientes, creando con ellos una relación estable y de confianza.
¿Cómo establecemos el precio de venta de un producto?
Establecer un precio de venta variará en función del tipo de empresa y de los productos que ésta ofrece. Sin embargo, existen una serie de factores que, por lo general, sirven para cualquier método de fijación de precios.
Identificación de gastos
Se trata del primer elemento que se debe tener en cuenta y en el que se incluyen todos los gastos, tanto fijos como variables, que la empresa soporta para llegar al producto final. Estos gastos están formados por el sueldo de trabajadores, gastos de fabricación (energía eléctrica, agua, materiales de limpieza…), material de oficina, etc.
Análisis del mercado
Las condiciones del mercado son, sin duda, prioridad absoluta a la hora de fijar los precios. Es importante realizar un análisis pormenorizado, tanto cualitativo como cuantitativo, de los precios de la competencia para utilizarlos como parámetro base para tu fijación de precios.
Establecer un margen de beneficio
Conseguir un alto margen de beneficio por ofrecer productos es uno de los principales objetivos de una empresa. De lo contrario, ¿de qué serviría cobrar por un producto si vas a ganar lo justo para cubrir únicamente los gastos? o ¿cobrar tus productos a un precio más caro que la competencia para conseguir un margen más alto si éstos se quedan en las góndolas de los establecimientos?
¿Cómo saber si estoy cobrando bien por ofrecer mis servicios?
Para establecer los precios por los servicios que ofreces se pueden tener en cuenta algunos aspectos objetivos como impuestos, materiales, sueldos, etc. Todo ello, sumado a algunos aspectos subjetivos como la mano de obra, calidad del servicio, tiempo de trabajo…
Estas son las tres maneras de cobrar a los clientes por un servicio:
- Por fee: Fijación de precio por la totalidad de los servicios.
- Por tiempo trabajado: Estimación del precio del servicio en función a la cantidad de horas trabajadas.
- Paquete cerrado: Se establece el precio en función del número de horas que se trabaje, se paga previamente y si posteriormente se trabaja de más, se cobrará aparte.
Beneficios de establecer los precios de manera adecuada
Lo primero que necesitas saber es que el tiempo que le dediques a tu negocio debe estar repercutido en el precio de los productos y/o servicios que les ofrecerás a tus clientes, ya que cuando tienes tu propio negocio no sólo vendes tus productos o tus habilidades y conocimientos, también estás vendiendo tu tiempo. Y no olvides que el tiempo es oro.
Por ello, cuando le dedicas el tiempo suficiente a definir una buena estrategia de fijación de precios podrás obtener algunos beneficios para tu empresa. Entre ellos podemos encontrar:
- Vender tus productos y/o servicios al precio que se merecen.
- Mayor control sobre tu negocio, por lo que se disminuyen los riesgos.
- Mejor posicionamiento de marca.
- Fidelización de clientes.
- Aumento de competitividad.
Llegados a este punto, ¿aún sigues creyendo que la fijación de precios se trata sólo de poner valor a un producto o servicio sin tener en cuenta otros aspectos? ¡Contacta ya con Plan Negocios e infórmate de todos los planes que ofrecemos para mejorar tu empresa!